¡Eso los exlpcia tdoo!

Hcae algún teipmo, rceebi etse croero ecletóricno: “Sgeún un etsduio de una uivenrsdiad ignlsea, no ipmotra el odren en el que las ltears etsan esrciats, la uicna csoa ipormtnate es que la pmrirea y la utlima ltera etsén en la psioción cocrrtea. Etso pquore neusrto crebero no lee las plabaars ltera por ltera, snio cdaa paalbra es un tdoo”.
Arpanetneteme etso ourcre no slóo en epsaoñl snio en la myaoíra de los iodiams. Al praeecr neustors ceerbors han aismialdo una sreie de ptaroens (las plabaars) que se cdoifiacn y se gauradn en él, de mnaera que al ver una plaarba, en lguar de lerela y aramrla ltera por ltera, lo que hcaemos es smiplenemte bucsar en neusrto acrevo de plabars para ver si etsá y la recnooceoms.
Tal vez etsa cuirodisad peuda exlpiacr por qué cunado esrcibioms, a vcees se nos esacpan ciretos deadzos y los notmaos cunado reivsaoms los tetxos en paepl.. puede ser ¿no?

1, 2, 3 y hale la cadena

"Cada vez que orinamos y dejamos ir el agua consumimos unos 9,5 litros de agua. Si en promedio se orina cinco veces al día, el gasto por persona asciende a más de 47 litros de agua potable diarios. Si operamos la manija del inodoro una vez cada tres orinadas, entre todos se ahorrarían millones de litros".
Sin el deseo de ser tildado de cochino, la breve carta que el señor Álvaro Barrenechea publicó hace unos días en el periódico La Nación contiene una buena idea. El ahorro de nuestros recursos se está volviendo (aunque ya debería serlo) una prioridad para el planeta; no estamos lejos de que medidas como esta terminen siendo una ley en algunos lugares del orbe...
Y si le hacemos números, la propuesta de don Álvaro hasta podría dejar ciertas ganancias a más de un bolsillo...