Lecturas Domingo 27º
del Tiempo Ordinario- Ciclo C
Domingo 03 de Octubre del 2010
Primera lectura
Lectura de la profecía de Habacuc (1,2-3;2,2-4):
¿Hasta cuándo clamaré, Señor, sin que me escuches? ¿Te gritaré: «Violencia», sin que me salves? ¿Por qué me haces ver desgracias, me muestras trabajos, violencias y catástrofes, surgen luchas, se alzan contiendas? El Señor me respondió así: «Escribe la visión, grábala en tablillas, de modo que se lea de corrido. La visión espera su momento, se acerca su término y no fallará; si tarda, espera, porque ha de llegar sin retrasarse. El injusto tiene el alma hinchada, pero el justo vivirá por su fe.»
Palabra de Dios
Salmo
Sal 94,1-2.6-7.8-9
R/. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor:
«No endurezcáis vuestro corazón»Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia dándole gracias,aclamándolo con cantos. R/
Entrad, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro. Porque él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. R/.
Ojalá escuchéis hoy su voz: «No endurezcáis el corazón como en Meribá, como el día de Masa en el desierto; cuando vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron, aunque habían visto mis obras.» R/.
Segunda lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (1,6-8.13-14):
Reaviva el don de Dios, que recibiste cuando te impuse las manos; porque Dios no nos ha dado un espíritu cobarde, sino un espíritu de energía, amor y buen juicio. No te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor y de mí, su prisionero. Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios. Ten delante la visión que yo te di con mis palabras sensatas y vive con fe y amor en Cristo Jesús. Guarda este precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros.
Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (17,5-10):
En aquel tiempo, los apóstoles le pidieron al Señor: «Auméntanos la fe.» El Señor contestó: «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: "Arráncate de raíz y plántate en el mar." Y os obedecería. Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: "En seguida, ven y ponte a la mesa"? ¿No le diréis: "Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú"? ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: "Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer."»
Palabra del Señor
granito de moztaza
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granito de moztaza alabanza catolico http://jovenescatolicos.hi5.com/ http://www.dailymotion.com/jovenescat... http://www.youtube.com/jovenescatolic... http://www.myspace.com/jovenescatolic... http://catolicojoven.tu.tv/
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Si tuvieras fe, sería menos posible el desesperarse, precipitarnos o revelarnos contra Dios y la vida ante las dificuldades humanas. Estas características reacciones humanas vienen a revelar a la luz del profeta Habacuc la verdadera actitud del justo que vive por la fe. Porque no deja que su alma se hinche ante el mal, la adversidad o lo que otros hacen contra nosotros, sino que en el Señor encuentra la paz, la fuerza y la sabiduría parea saber reaccionar de la manera mas justa y prudente. Cuando se mira a tanta gente actuar bajo el impulso de dolor, la venganza, el desquite, podríamos pensar que dominan más en nosotros las pasiones y los instintos que la fuerza y la sabiduría de Dios. Que triste ver reflejado ese drama en cada femicidio que oimos por las noticias donde el asesino llora y se lamenta por no saber lo que hizo o lo testifica también su cadaver suicida.
Con el salmo descubrimos que para tener fe hay que escuchar la voz del Señor, sin endurecer el corazón. Esto me hace pensar que la fe es más que un simple acto racional, creo que también es algo profundo del sentimiento, del amor. Veamos la confianza y credibilidad que da el enamorarse, e incluso a veces a pesar del engaño o la traición. Si dejáramos al Señor que nos enamora, si no le resistiéramos tanto su seducción, si nos atreviéramos a enamorarnos de Él, sería tan fácil tenerle fe y contemplar sus maravillas en nuestras vidas. Podríamos no solo creer en Dios sino también creerle a Dios.
Los apóstoles como fieles discípulos del Maestro pidieron el aumento de la fe, y es que si es un don de Dios claro que podemos pedirlo y disponernos cada día para que crezca en nosotros. Por eso nos dice el Señor que si solo fuera del tamaño de una semilla de mostaza, o sea así de pequeñita ¿qué no podríamos hacer en su nombre?. Y es que contemplar el amor de Dios y corresponderle de la mejor manera no es una opción secundaria en el hombre, ni por lo cual Dios debería agradecernos, es nuestro deber asi como el servidor, sabe que tiene un deber para con su patrón. Dios no necesita de nosotros, ni está obligado a darnos nada porque se lo pidamos, lo da porque quiere y nosotros hemos de estar agradecidos por eso y en virtud de eso comprometernos y crecer en amistad con él. Hemos de ser pobres siervos que solo hacemos lo que tenemos que hacer.
Tomemos de San Pablo escribiendo a Tito unas enseñanzas básicas para crecer también nosotros en la fe:
>Hay que reavivar siempre ese don de Dios. El Señor nos lo regala, pero nosotros debemos alimentarlo y fortacerlo siempre. No basta con llevar un niño al bautizo sus padres deben seguirlo educando en la fe, ya luego la persona por si misma deberá seguirse robusteciendo con la Eucaristía, la oración, la Palabra, los demás sacramentos y toda actividad espiritual o religiosa que le ayude en ese sentido.
>La fe no es para un espíritu cobarde. Dios nos quiere fuertes en la fe, para no derrumbarnos ni desfallecer en la lucha. Problemas y adversidades no faltarán, en ellas debemos dar testimonio de la fe con nuestra templanza y fortaleza.
>No hay que avergonzarse de dar testimonio de Cristo. La fe implica aceptar al Señor y así testimoniarlo ante los demás aunque muchos piensen que no está de moda, que lo importante es el conociemiento humano o lo material de la vida. En el estudio, entre los amigos, en el arte, en el deporte en cualquier plano de la sociedad nunca nos avergoncemos de decir que creemos en Él y así evidenciarlo con nuestra realidad de vida.
>Tomar parte de los trabajos del Evangelio. Eso supone el compromiso, la responsabilidad de formarnos y servirle en el campo profético, litúrgico o social de la pastoral de la Iglesia. Nos es el asunto de sacerdotes, monjas, misioneros o algunos cuantos laicos comprometidos, ha de ser la tarea de todo creyente bautizado.
>Guarda el depósito de la fe. Es una responsabilidad del cristiano, proteger y salvaguardar la fe, no sólo como un derecho humano en la sociedad, sino como un tesoro personal que nadie tiene derecho a robar o a confundir. En este sentido hoy muchos, poco se preocupan en madurar en la fe pero si se exponen a experiencias religiosas distintas, ideologías filosóficas, modas espirituales, libros o películas polémicas que terjiversan la verdad de Dios. No es prohibirnos la posibilidad de valorar los pensamientos distintos sino tener la fortaleza de fe sólida para escuchar o ver otros criterios, tomar lo bueno y respetar aquello en lo que diferimos. Guardar la fe es también no dejar que se apague o debilite por la apatía espiritual y el enfriamiento religioso.
Esta semana que hemos visto tantos problemas por las lluvias, inundaciones, deslizamientos, undimientos en las vías, nos sirve de comparación para pensar así es nuestra vida cuando menos pensamos puede cambiar todo y pasar de la tranquilidad a las complicaciones. De allí lo importante de mantenernos en la amistad y cercanía con el Señor para ir firmes en su camino a pesar de los obstáculos en la vía. Podría pasar que se nos olvide llevar el tanquecito lleno del combustible de la vida que es la fe y nos atasquemos en el camino. No esperemos tener el agua al cuello para buscar la fe que nos sostendrá en medio de la dificultad.
No olvidemos al iniciar octubre el mes de las misiones, elevar nuestra oración y ayuda por la Misión de llevar a Cristo a todos los hombres, para que tengan fe en él, lleven de la mejor manera la vida y descubran su salvación.
Con el cariño de siempre.
P. Daniel Vargas.