31 marzo 2009

Semana Santa: Semana del amor infinito

Durante todo el año podemos reflexionar en el amor infinito que Dios nos tiene, pero al cesar un poco nuestra actividad ordinaria, al tener la oportunidad en la liturgia de la Iglesia de profundizar en el misterio pascual de Cristo o sea su pasión, muerte y resurrección, se abre una oportunidad maravillosa que ojalá no desaprovechemos ni sea una semana santa más.

Contemplemos a Cristo en su borrico entrando a Jerusalén, no tras falsas compensaciones sino al encuentro de su trono de cruz, por eso desde esa celebración de ramos como signo de realeza, también escucharemos el relato de su pasión. Entremos con él en un ritmo diferente de vida, atrevámonos a más oración, más silencio, mas meditación en su misterio de amor. Aprendamos de él a enfrentar nuestra cruz y no refugiarnos en evasiones confusas.




Miremos su humanidad frágil, siendo fortalecida en el Huerto de Getsemaní y dispongámonos a confiar en esa gracia que a lo largo de la vida nos tocarán muchas noches oscuras de angustia y aflicción. Pero él nos sostendrá diciéndonos siempre: "Hijo yo te amo y jamás te he dejado sólo recuérdalo, en los momentos de prueba entonces era yo quien te cargué"


Contemplemos su amor que se parte y reparte en la fracción del pan, cuando aquella noche nos deja su testamento de amor, para alimentarnos como comida verdadera y enviarnos a vivir bajo la norma de su amor. Fortalezcamos nuestro amor y necesidad de Jesús Sacramentado, para hacer vida su enseñanza en todas las dimensiones de nuestra vida. No nos desanimemos por lo pesado del camino, si su cuerpo y su sangre nos animan.



Meditemos en la profunda entrega de su pasión y muerte, su máxima prueba de amor por nosotros. No es el fracaso de su proyecto, es la consumación de la voluntad misericordiosa del Padre que quiso salvarnos con el precio de su sangre redentora. Dejemos que mueran con él nuestras miserias y pecados, todas esas esclavitudes que arrastramos. Si él nos ha liberado, porque no crucificamos todo eso con él. María la madre valiente al pie de la cruz, la que él nos dejó como madre intercederá por nosotros en esa batalla.


Si Cristo no hubiese resucitado vana sería nuestra fe, nos dirá el apóstol Pablo. Pues no podemos ir a procesiones y celebraciones y pensar que el viernes santo, se acabó todo, como se acaban las sardinas y el chiverre, o las vacaciones de muchos. Debemos mirar la vida que brota del árbol de la cruz, de la oscuridad de la tumba. Hemos de retomar con fuerza y vida renovada esa relación un poco desgastada, ese trabajo desgastante, ese estudio descuidado, esa salud quebrantada, esas tumbas que no hemos resucitado en la comunidad, en nuestra Iglesia.
Es asumir de nuevo el camino en la arena, sin olvidar nunca que cuando aparezcan un solo par de huellas en nuestra historia es porque él JESUCRISTO VIVO Y RESUCITADO nos lleva en sus brazos.



QUE EL SEÑOR DE LA VIDA Y DE NUESTRA HISTORIA HAGA PASCUA EN SUS VIDAS.
Con el cariño de siempre. P. Daniel

28 marzo 2009

¿Qué tal si le renuevas tu alianza al Señor?


Textos bíblicos:
-Jr 31, 31-34.
-Sal 150.
-Hb 5,7-9.
-Jn 12,20-33.
Cuando una pareja une sus vidas en el amor se le llama alianza nupcial, ambos hacen un pacto, un acuerdo, donde se comprometen a amarse, respetarse, darse la fidelidad el uno al otro. De seguro que habrán muchos momentos en que no será fácil cumplir con cada uno de esos compromisos y habrán también muchos otros en los que no se sentirán satisfechos por el esfuerzo u error del otro.

Dios también a lo largo del Antiguo Testamento hizo muchas alianzas con su pueblo, como un novio que va preparando el terreno para el compromiso perfecto. Podríamos citar algunos ejemplos: con Adán, Noé, Abraham, Moisés. Y a pesar de los constantes incumplimientos de su pueblo Israel, no se cansa de renovar su alianza y por eso decide hacer una perfecta y definitiva.
Es la promesa que escuchamos en este texto de Jeremías, donde el Señor hará una alianza nueva, no como la que hizo antiguamente y que fue quebrantada por los israelitas. Es que es muy fácil romper un compromiso, si sólo está escrita en un papel, a veces pareciera que ya ni la palabra misma es fiable en muchas personas, por eso el Señor dice que la inscribirá en el corazón, lo que nos hace pensar en la teología moral de la Iglesia, en la llamada Ley Natural, que es la ley de Dios dada a los hombres en su interior y que puede ser conocida por la razón humana y por lo tanto hacerla nuestra también y esto es propio de cualquier ser humano independientemente de su religión. La materia o el contenido de esta nueva alianza es el amor perfecto de un Dios que se compromete a ser parte de una profunda pertenencia: "yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo." De esta relación íntima brota la oportunidad de conocerlo y especialmente comprobar su misericordia, pues perdona nuestros crímenes y no recuerda nuestros pecados.
Prefigura así lo que será una alianza nueva que superará todas las anteriores y será definitiva.
Si es escrita en nuestro corazón y desde allí debe darse nuestra respuesta, que hermosa sería entonces en nuestros labios la oración del salmista: "Oh Dios crea en mi un corazón puro."
En la historia humana muchas alianzas se han sellado con un pacto de sangre, pues esta parece ser la vía que Dios escogió, respetando los ritos antiguos celebrados en este pueblo Hebreo, en la celebración de la pascua donde se inmolaba un cordero, así entendemos el misterio de la encarnación del Verbo, Jesucristo el Señor, quien dice la carta a los Hebreos que en sus días mortales con gritos y lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que lo podía salvar. Que paradójico no, siendo el Hijo aprende sufriendo a obedecer, guardemos este gran detalle testimonial que nos da Jesús, de humanidad que ante el dolor naturalmente reacciona pero que a su vez se abandona en la confianza y obediencia. Podría este texto darnos la impresión de que nadie le escucha, ni le ayuda en su situación, sensación que tantas veces nosotros sentimos, pero es hermosa la expresión del texto: "cuando en su angustia fue escuchado". No le quitan el beber de ese cáliz que parece tan amargo, pero si le consuelan en su angustia. De igual manera en nuestra vida, muchas veces pensamos que Dios no nos escuchó o se quedó indiferente porque no resolvió nuestro problema, pero tal vez no percibimos que esa extraña fortaleza o serenidad que ahora tenemos nos viene de él.
En este acto de sumisión absoluta a la voluntad del Padre se consuma la nueva alianza que nos trae el autor de nuestra salvación. Algo que no cualquier sacrificio, ni cualquier sangre podría lograr, solo la entrega perfecta y por amor del verdadero cordero inmolado.
El evangelio muestra como esta idea de la muerte inquietaba a Jesús, al punto de decir "mi alma está agitada, ¿y que diré? Padre líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora. Padre glorifica tu nombre". La voz del Padre verifica que le ha escuchado y que su gloria brillará en este acto redentor, pero esta voz más que para Jesús, será para confirmación de los que lo rodeaban y por su puesto para nosotros que hoy nos animamos en su Palabra. Pues la gloria del Señor sigue manifestándose en nuestras vidas.
Solo desde esta perspectiva podríamos entender la comparación que hace Jesús en este evangelio de San Juan, él es ese grano que muere en la cruz y nos trae los frutos de verdadera vida en la resurrección. Pues si el grano no muere no podrá dar fruto, por eso los cristianos si nos aferramos al amor propio, egoísta, que nos lleva a pensar solo en nosotros mismos, nos morimos solos y tristes enterrados en nuestro individualismo. Pero en cambio dice Jesús si le seguimos le servimos en los demás, daremos fruto de vida y esperanza con él. Sin él no podríamos dar fruto pues hasta nuestras mejores intenciones podrían desvirtuarse o agotarse.
Por eso en esta semana mayor que ya está muy cerca contemplemos a ese que ha sido elevado sobre la tierra, dejémonos atraer por él y celebremos su triunfo sobre la muerte, pues allí nos incorpora en una nueva y eterna alianza.

Porque se que además de su amable lectura cuento con su ayuda en la oración, quisiera pedirles la misma por dos intenciones especiales:
-Esta semana se ha celebrado aquí en España la semana por la vida y este fin de semana habrán manifestaciones a favor de la vida en todo el país, especialmente para concientizar a la población y los gobernantes actuales sobre el gran error que significa la propuesta legal que quiere aprobar el partido socialista gobernante, pues esta busca legalizar el aborto hasta los cinco meses y medio inclusive, en caso de malformaciones, como si no fuera un amado de Dios el chico Dawn o el que viene con cualquier otro mal congénito. Lo mismo que permitir el aborto a chicas de 16 años sin la autorización de sus padres. Los cristianos no podemos ser cómplices silenciosos de estos asesinatos ni de esos asesinos. Oremos para que la vida que nos trajo Jesucristo con su nueva alianza, sea un derecho natural para todos los seres humanos del mundo, especialmente los que apenas están siendo concebidos y aun no nacen.
-La otra semana viajaré hasta la zona de Galicia, a la parroquia de San Julián en la Diócesis de Santiago de Compostela, allí viviré los días santos, les pido su oración para poder ser un signo del amor de Dios, tratando de servir entre los hermanos y hermanas que allí habitan.

Con el cariño de siempre P. Daniel.

-
mas

21 marzo 2009

Contradicción:De la cruz brotó la salvación

Suena contradictorio, que aquel cruel e inhumano instrumento que significaba la peor de las muertes reservada a los peores criminales, se pueda volver un instrumento de luz y salvación. Pues es la curiosa contradicción de la que se nos habla en este cuarto domingo de cuaresma.
Estas son las lecturas que se proclaman en la Eucaristía de este día:
-2 Cro 36, 14-36.19-23.
-Sal 136.
-Ef 2,4-10.
-Jn 3,14-21.
Ciertamente en nuestra vida habrán muchas cosas que nos parescan contradictorias o a las cuales nos costará encontrarles un sentido, pues todo parece oscuridad, pues descubramos como Dios, nos viene a ofrecer su luz y su salvación.

Si el pueblo de Israel se mantuvo en su infidelidades, si rechazó la vos de los profetas que Dios le envió, si se obstinó en el mal camino haciendo lo contrario a lo que Dios le pedía y persistía en su ofensa, no nos extraña que viniera el castigo. En este caso el destierro a Babilonia, le significó como pueblo humillación, sometimiento servil, perder su propia dignidad. Es un poco lo que nos pasa a nosotros cuando nos obstinamos en el mal camino y luego casi que le endosamos el castigo a Dios cuando nosotros mismos nos hemos castigado. Será acaso castigo de Dios el contagio del SIDA, en la irresponsabilidad de la promiscuidad sexual? O ese cáncer de pulmón es castigo divino, tras haber fumado tantos años? El accidente fue Dios quien me lo mandó, o mi nivel de alcoholemia que ya había rebasado los límites? La separación me la cobró el Señor, o fue el resultado de la actitud irresponsable para con la pareja? Ese mal resultado en el estudio es capricho de Dios o mi descuido como estudiante?
Lo que en este texto nos suena contradictorio, es que Dios para liberar a ese pueblo en destierro por sus infidelidades utilice a un rey asirio, o sea pagano, ni siquiera creyente. Dios ilumina su corazón y éste permitirá que Israel vuelva a restaurar su casa.
Tenían razón los abuelos cuando decían: "no hay mal que por bien no venga". Entonces ante todo eso que en la vida nos produzca contradicción o desconcierto pidamos la luz de lo alto para mirarlo desde los ojos de Dios, sacarle la ganancia y descubrir el proyecto de salvación que allí Dios esconde.

Ese pueblo hacía suya la oración de un salmista, cuando decía: "que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti". También a nosotros nos viene a recordar que en los momentos más difíciles de quien nunca nos podemos olvidar es de Dios, aunque su actuar parezca tardar mucho. Además de la luz, hemos de pedir entonces paciencia incluso histórica.

Del diálogo de Jesús con Nicodemo, sacamos varias enseñanzas maravillosas cargadas de vida y salvación:
-Nos recuerda la imagen contradictoria del estandarte con una serpiente elevada por Moisés en el desierto, que curaba las mordeduras de serpiente, comparándola con la elevación de Cristo en la cruz. De lo que solo parece malo brota lo bueno; de la muerte, vida; del dolor, esperanza; de la condena, salvación.
-La promesa de Jesús es la vida, pero no cualquier clase de vida, sino la vida eterna, la condición es clara y firme hay que creer en él. Si se rechaza la fe, si en la libertad se escoge otra opción, no es Dios quien castiga, sería yo mismo quien me autodescalifico. Yo escogí el quedarme fuera de su ofrecimiento.
-La causa de la condenación es una mala elección: se me ofrece la luz, él vino hacia mi y yo preferí la oscuridad. Me ofreció paz y escogí la angustia, me dio su gozo y opté por la tristeza, trajo vida y seleccioné la muerte.
-Nos evidencia San Juan en el actuar humano con este juego de palabras: luz - oscuridad. Pues nos recuerda que cuando queremos que algo resalte porque es bueno y nos sentimos orgullosos le ponemos luz para resaltarlo. Pensemos en los grandes escenarios de un espectáculo, en los rótulos comerciales, en una nueva decoración, queremos que todos lo vean y admiren. Pero cuando sabemos que algo no es bueno, o nos da vergüenza, nos escondemos, buscamos la oscuridad, lo ocultamos. Es lo que vemos en los chicos desorientados ocultos en el búnquer para consumir la droga, o en el ladrón que se oculta en la parte oscura de la calle esperando su víctima.
Curiosamente en nuestra vida práctica apenas oscurece andamos buscando activar la luz eléctrica para que nos ilumine y nos de seguridad y si esta no funciona corremos a buscar la linterna, la lámpara, las velas, los fósforos. Pero en nuestro interior si vamos permitiendo a la oscuridad del pecado anidar e ir oscureciendo la luz de la gracia de Dios en nosotros.

Hemos sido hechos para vivir con Cristo, estamos salvados por su gracia y mediante la fe. Esta buena noticia que nos recuerda san Pablo, debe animarnos para optar por la luz en vez de la oscuridad, por la vida en vez de la muerte. A veces pareciera que esa cultura de la muerte impera y domina en el mundo. Pues atrevámonos a descubrir la contradicción de la cruz de Cristo que nos trajo la salvación.

Esta semana se nos planteó la escogencia del tema para la tesis de licenciatura y recordaba como cada vez que por este medio cibernético puedo leer las noticias de mi amada Costa Rica lo que más veo son las malas noticias que no solo allí sino que en todo el mundo alimentan esa cultura de muerte, por la que muchos parecen optar y muchos deben sufrir. Es por eso que he decidido investigar un poco: LA CULTURA DE LA VIDA EN EL MAGISTERIO EPISCOPAL COSTARRICENSE, creo que ese será mi tema y les pido desde ya su oración para descubrir en lo mucho que han dicho y escrito nuestros pastores en la fe, las luces que CRISTO muerto y resucitado nos ha dejado en la enseñanza de la Iglesia y así poder dar un pequeño aporte a construir no solo un país sino un mundo como el mismo Cristo nos propone. Un proyecto humano que al mejor estilo tico podríamos llamar: PURA VIDA.
Con el cariño de siempre. P. Daniel.

18 marzo 2009

Conocer sus mandamientos para vivirlos mejor

Mandar, imponer normas, ser el que da las órdenes, es algo que tienta mucho al ser humano. Y en el caso contrario, preferiríamos que nadie nos mandara, que no se nos impusiera ninguna norma, que nadie ni nada nos condicione la vida, en fin hacer lo que nos venga en gana. Y si a esto le agregamos esos momentos o circunstancias en que la ira y el enojo nos ganan, los resultados pueden ser muy nocivos a la tranquilidad y la paz. Cuando estamos en uno de esos días difíciles y ejercemos la autoridad de forma brusca o hasta violenta, decimos que "amanecimos de pocas pulgas". Será entonces a la luz de la Palabra de este tercer domingo de cuaresma que Dios a veces anda de "pocas pulgas" que se muestra dando mandatos y poniendo orden en los abusos del hombre?

Tratemos de verlo en estos dos textos bíblicos:
-Ex 20,1-17.
-Jn 2,13-25.

La famosa lista de los diez mandamientos, más que las exigencias de un Dios entrometido o las normas inflexibles de un Dios justiciero, son las amorosas enseñanzas que el Dios de Israel señala como puntos de referencia seguros para guiarnos en su camino. Enseñanzas que trascienden a ese pueblo y a ese tiempo, pues tienen total y absoluta actualidad para nosotros. Trataré brevemente de hacer alguna reflexión a cada unos de ellos y les agrego la cita del Catecismo de la Iglesia para los que quieran profundizarlos. (CIC en adelante léase Catecismo de la Iglesia Católica)

1-En el contexto de la revelación de quien es El y que ha hecho por este pueblo, el Señor nos invita a amarle y adorarle con exclusividad. Algo muy lógico en el amor, quien ama desea fidelidad y si este amor es perfecto, no puede exigir otra cosa. No hacerse ídolos, no postrase ante ellos, no darles culto, es la norma, algo bastante común en el pueblo de Israel al entrar en contacto con pueblos y religiones paganas. Podría fácilmente hoy ser también nuestro pecado, poner nuestro amor, confianza, seguridad y dependencia en cosas o personas que se vuelven nuestros ídolos. No es un Dios cegado por los celos, que castiga por despecho, es un Dios que nos ha amado por eso nos pide amor en primacía, que prefiere actuar con piedad por mil generaciones, que el castigo a sus hijos para corregirles. Los que son papás creo que entienden muy bien este precepto. CIC 2084-2141.

2-El nombre de Dios es sagrado, incluso impronunciable para Israel. Dios mismo se lo revelará y le manda respetarlo y no usarlo en cosas vanas. Y es que esto es fácil, usarlo para justificar nuestras acciones y palabras, o hasta para alcahuetear nuestros errores. Existe todo un mercado de superstición y hasta hechicería que disfrazan sutilmente de tinte reiligioso. Hoy pareciera que la palabra de la persona no es creíble, entonces ponemos a Dios, a su nombre, o a las cosas sagradas a darles soporte de veracidad e incluso cuando tal vez no lo es, pero queremos aparentar eso ante los demás. Si hay que decir si o no hagámoslo, pero no convirtamos a Dios en cómplice de nuestras trivialidades usando su nombre en falso. CIC 2142-2167.

3-Santificar el día del Señor, es una gran oportunidad para contemplar las maravillas de Dios en nuestra historia de salvación, para darle gracias, para descansar en él, para entregarle nuestras cargas y necesidades. En el ritmo semanal de la sociedad, se debe ponderar el día del Señor, es una necesidad humana, social y eclesial. Debe ser una norma para si mismos y para los que están a su lado en cualquiera que sea la vinculación. El ritmo de la vida moderna, marcada por la productividad y el consumismo, nos lleva a que a veces no demos la debida observación a esta norma. Hoy el trabajo que me produce dinero o me obligan a cumplir en domingo no me da la libertad para guardar el día del Señor. El hacer lo que he postergado de otros días, no me deja ni ir a la casa del Señor con paz y alegría, ni descansar debidamente, ni pasar en familia un momento de gozo y tranquilidad espiritual. CIC 2168-2195. (Alto relieve, ubicado en el lateral de la Catedral Sevillana) De estos tres primeros mandamientos que llevan al amor a Dios por encima de todo y a valorar con igual dignidad todo lo que hace referencia a él, es que entendemos el contexto que explica el episodio de Jesús en el Templo, narrado en este Evangelio. No estamos ante un mero enojo o momento de cólera de Jesús, como nos suele pasar muchas veces tal vez a nosotros. Sino ante la actitud de ese Dios de amor, que habiéndonos amado hasta el extremo no puede soportar lo que no es amor verdadero. Veamos las evidencias: El culto en el Templo de Jerusalén se había reducido para muchos en el mero cumplimiento de un sacrificio externo de un animal, para no llevar el animal desde sus poblados, entonces se había organizado todo un mercado a la entrada del templo, donde se compraban las palomas, ovejas, bueyes. Como la moneda oficial para el mercado era la determinada por el Imperio, entonces habían mesas de cambistas para ese cambio de moneda. La reacción de Jesús que nos podría parecer violenta o agresiva, no es más que el reflejo de ese Dios que no soporta una respuesta de amor tan vacía, pues han hecho de la casa del Padre un mercado, donde se ofrecen sacrificios vacíos y se hace un negocio de los elementos de la fe. Esto nos lleva a revisar profundamente nuestra manera de celebrar la fe tanto en lo personal como en lo comunitario, cuando Jesús nos deja claro que más que en una estructura material, se le adora en Espíritu y verdad, pues su nuevo Templo es su propio cuerpo levantado en tres días de la muerte, su cuerpo místico resucitado del que somos parte todos los bautizados como piedras vivas. Se nos invita a hacer de cada Eucaristía, de cada momento de celebración u oración un acto profundo de amor, pues él ve más que el aspecto externo del acto lo que hay dentro del corazón de cada persona. Continuemos con los otros mandamientos, que nos llevan a orientar nuestra atención en los hermanos:

4-Honrar a nuestros padres, es la invitación moral que Dios nos hace para con nuestros progenitores, a devolver un poquito de lo tanto que quizás nos han dado, pero por la convicción del amor, no de la obligación, entendiendo con la promesa del eclesiástico la bendición que Dios da a quien respeta, cuida y valora a sus padres. Incluso ante sus errores y limitaciones físicas, sensoriales o emocionales. Ese respeto y ayuda debe darse siempre, no es algo que se suprime con mi mayoría de edad o mi cambio de situación de vida. No olvidemos que los nietos te tratarán a ti de la manera en que hoy te vean tratar a sus abuelos. CIC 2197-2257.

5-El sublime valor de la vida, queda impreso con el no matarás. Norma que va desde la concepción de la vida, sin importar cuantos días o semanas lleve de gestación, ni en que condiciones esté, hasta el final natural de la misma. Los seres humanos hemos inventado hoy las calidades o particularidades en que nos atribuimos el derecho a ser creadores de la vida, casi igualándonos a Dios y disponiendo cuando "se puede" o "se debe" quitar. El valor de la vida, lo seguimos deteriorando cada vez que se legaliza y se ve como normal: el aborto, la eutanasia, el consumo de drogas, la guerra, la violencia y tantas cosas más que conforman una cultura de muerte, que se expande en la humanidad. Se mata la vida a diario y también muchos sueños, ilusiones, esperanzas de muchas personas a veces hasta con gestos o actos muy simples. CIC 2258-2330.

6-En la invitación profunda a vivir la vocación del amor en la castidad, todo ser humano es invitado al dominio y sano ejercicio de su sexualidad. En el proyecto del amor conyugal la fidelidad, dice dominio propio y respeto fiel a su pareja. Para la realización en el amor el ser humano necesita desarrollar su afectividad y sexualidad pero en ese marco de confianza, seguridad y mutua entrega. El adulterio viene diluir o a separar esa unión que Dios ha gestado, por la unión de dos libres voluntades. En un contexto social hoy tan permisivo para la infidelidad tanto del varón como de la mujer, este mandamiento nos recuerda, que la verdadera felicidad personal y familiar solo se logra en la fidelidad a Dios, a uno mismo y a los demás. Las justificaciones no son más que auto engaños o trampas astutas del enemigo que buscan nuestra desdicha y la de los nuestros. CIC 2331-2400.

7-No robarás, es un llamado al respeto a los demás, a sus bienes y beneficios. Implica una valoración de lo que luego se definirá como propiedad privada, pero significa una valoración suprema de no tomar aquello que no me pertenece y menos conlleve a privar a otras personas de lo suyo o de lo que necesitan. La honestidad, la integridad y la honradez, son conceptos empobrecidos por la corrupción social, pues por alimentar el egoísmo y la ambición el ser humano toma y arrebata los bienes que no son suyos. Hoy se roba no solo los bienes contables, sino también los recursos materiales de la empresa, el tiempo de mi trabajo, el servicio eficaz que debería darles a los demás, calidad y cantidad de tiempo que debo darle a la familia. A colmo de males el robo hoy se junta al descaro y a un irrespeto absoluto hasta por la vida, pues en el afán de obtener lo que se desea, se hiere o se mata a la víctima, como un medio para su fin. CIC 2401-2463.

8-La prohibición de dar un falso testimonio o mentir, motiva a la integridad de vida, podríamos decir con el Maestro: a no hacer nada de lo que no queremos nos hagan a nosotros, allí cabrían muchas cosas como la calumnia o la difamación. La mentira no solo le hace daño a otros, sino que nos lleva a vivir en las tinieblas y no en la luz de la verdad. Es tan falsa que tarde o temprano se cae y nos hace llegar a otra más fuerte para sostenerla, volviéndose así un círculo vicioso. Nos hace perder la confianza y la credibilidad de los demás, nos lleva a vivir siempre en el error. No tiene colores, ni calificaciones de piedad, simplemente es mentira, si lo que digo no responde a la verdad o si no lo digo a quien divinamente tiene el derecho a saberlo. CIC 2464-2513.

9-Aunque estos últimos versículos lo presentan como un solo mandamiento, la Tradición de la Iglesia los ha separado en dos. Distinguiendo el aspecto de la concupiscencia sexual en el codiciar la mujer de tu prójimo y la codicia de los bienes materiales como tal. Con respecto a ese no consentir pensamientos ni deseos impuros, nos permite entender la voluntad de Dios de que busquemos la pureza de mente y corazón, tratando de rechazar lo que nos pueda llevar al pecado. Esto nos hace preguntarnos: ¿Será solo mi pensamiento ya un terrible pecado? Sin duda que esto nos intriga, pues muchas veces de manera involuntaria e ingenua llega este pensamiento a la mente, o vemos una escena que nos mueve a la atracción. Allí es donde el hombre con la libertad y la voluntad, debe poner el filtro adecuado. La gravedad del pecado no es pensar o desear, que casi como instinto humano esto nos puede suceder. Es consentir ese pensamiento o deseo, quedarme jugueteando en él, imaginado su realización o haciendo algún esfuerzo humano para llevarlo al hecho. Si esa expresión de lujuria o concupiscencia cosifica a otro ser humano como si fuera un objeto o instrumento de placer, se debe pensar en la dignidad que como hijos de Dios ambos tienen y si es hacia alguien con un compromiso conyugal con más razón pues también entra juego la dignidad de su sacramento. CIC 2514-2533.

10-La codicia de los bienes del prójimo es aquella ambición o envidia de lo que los demás tienen. El primer presupuesto falso acá es pensar que eso es la felicidad, por lo que entre más envidia tenga, significa cuan vacío estoy y cuanto me he creído la mentira social de que son las cosas materiales lo que me darán la felicidad. Aparece la ambición como un camino traicionero y la envidia como la peor consejera, undiéndome en el siempre querer más y nunca sentirme satisfecho, pues en este afán me vivo comparando con los demás y siempre habrán otros que tengan más o mejores cosas que yo. No se trata de pensar que el ser humano no merezca superarse o busca un estilo de vida mejor, pero su motivación o medida no puede ser lo que sean o tengan los demás, pues esta codicia lo llevará a la amargura y a la frustración existencial.

SI EL CAMINO DE LA REALIZACIÓN PERSONAL Y LA FELICIDAD EN ESTE MUNDO PARECE DIFÍCIL, NO DESPRECIEMOS ESTAS LUCES QUE DIOS NOS HA DEJADO EN EL DECÁLOGO, PARA FACILITARNOS EL SENDERO.
Con el cariño y el recuerdo de siempre.P. Daniel Vargas


06 marzo 2009

Tras la forma del dolor o del sacrificio aparece aparece el amor de Dios





Esta semana daba gracias a Dios, pues me decía mi hermano Jimmy que el bebé que esperan él y Yajaira su esposa (niño o niña no sabemos) según el ultrasonido medía dos centímetros a sus 8 semanas de gestación. Quizás nos cuesta imaginar una criatura tan pequeña, creciendo y desarrollando esa vida que por puro amor Dios concede, pero más nos cuesta pensar, que puedan haber personas, especialmente padres que quieran dar muerte a sus hijos, por pequeñitos que parezcan. Pues paradójicamente hoy tengo que hablar de Padres que han sido capaces de sacrificar a sus propios hijos, les parece raro los invito a seguir estos tres casos...

1- El primer caso fue hace muchos años, es la historia reflejada en este hermoso óleo sobre lienzo, de Doménico Zampieri. Sus protagonistas ya los conocemos por el capítulo 22 del Génesis, Abraham el padre, Isaac su hijo, el de la promesa. El drama humano y de fe es fuerte. Dios le pide sacrificar a su hijo y así en una sublime obediencia, va al monte asignado, lleva la leña y sobre ella colocará a su hijo para el sacrificio. Lo que el génesis plantea como una prueba de fe para Abraham, se convertirá para el creyente de la Escritura en la prefiguración del amor del Padre Dios. Pues él mismo impedirá ese sacrificio pues la fe quedó evidenciada y lo único que se sacrificará será un carnero, otro hermoso signo teológico del cordero degollado que derramará su sangre por nuestra redención. Que gran modelo de fe Abraham, estaríamos nosotros tan dispuestos a darle lo mejor de nuestra vida a Dios, como un sacrificio? Más no dejemos de mirar que grande y maravilloso es Dios para con los que se abandonan sin reservas en él?

2-El segundo caso que les quiero comentar, ocurrió en la ciudad de Nueva York, un hombre viajaba en su automóvil, cuando escucha por la radio que un raro mal ha aparecido en un país lejano y ha matado a tres personas, más no pone mucha atención a la noticia. Al llegar a su casa por la noche en los telenoticiarios hablan con alarma de que es una epidemia y que ya ha llegado a otros países europeos, que Estados Unidos aumenta su control migratorio. Para el día siguiente nada parece detener el mal y ya hay varios infectados en su país, el mal no tiene cura y se propaga velozmente. Por el trabajo de los investigadores se encuentra una posible solución pero deben encontrar un tipo de sangre que sea propicia para la investigación, por lo que citan a todos los ciudadanos sin excepción. El protagonista de la historia acude junto a su esposa y su hijo, como todos los demás, mientras esperan los resultados surge la gran noticia de que han dado con el antídoto, to
dos disfrutan y celebran, la vida tiene esperanza, no morirán, pero los doctores hablan con este hombre y su esposa y les explican que es la sangre de su hijo la que puede salvar a la humanidad, pero que por ser el pequeño la requieren toda.... Dudosos, con sus sentimientos y razón entrampados en un terrible dilema, casi contra su voluntad acceden al sacrificio... La algarabía mundial es impresionante, justo al mes hacen un acto de homenaje al niño sacrificado al cual acuden sus papás, dolidos pero orgullosos sintiendo que valió la pena el sacrificio de su hijo, más los defrauda el ver que en aquel acto muchos están distraídos, soñolientos, como forzados o por lo menos deseosos de que culmine pronto para buscar otras prioridades, eso sin mencionar la poca cantidad de personas que fueron, o sea que a muchos no les interesó.
Esto se lo estará inventando el padre Daniel dirán ustedes, ningún
papá haría eso, ni la gente podría ser tan mal agradecida ante semejante gesto. Pues claro que no es cierto, pero no se les parece al acto amoroso que Dios Padre hizo, cuando entregó a su Hijo para salvarnos del mal. Entregó su sangre preciosa, para que no pereciéramos ante el verdadero mal que el hombre no puede vencer, el pecado. Y no se les parece la actitud de la gente de la historia, a la actitud con que muchas veces vamos a la Santa Eucaristía, indiferentes, desmotivados, sin ganas, deseosos de que termine pronto o incluso ni vamos tal vez.

3- El tercer caso, el
más hermoso y perfecto acto de amor hecho en la historia humana, ya quedó al descubierto en las enseñanzas que resaltábamos de los dos anteriores. Es el amor de Dios Padre que como dice San Pablo en la carta a los Romanos:"no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por nosotros".
Precisamente en nuestro caminar cuaresmal, donde se nos recuerda que Dios es nuestra fortaleza para llevar el sufrimiento y el dolor en el camino de la vida, aparece en este segundo domingo el hermoso episodio de la transfiguración. Donde Jesús sabiendo cual es la voluntad del
Padre, que le ha encomendado una misión dolorosa y que significará escándalo y miedo para sus discípulos, los llevará al monte Tabor, tras explicarles la pasión y agonía que vivirá y allí se transfigura, para fortalecer y animar la fe de ellos como un anticipo de la Gloria que vendrá con la resurrección.
Algunos detalles teológicos siempre importantes de recordar:
-Jesús fortalece a sus discípulos para que no tengamos miedo de abrazar la cruz, por dolorosa que esta parezca, la recompensa, lo que vendrá, vale cualquier sacrificio.
-La montaña siempre es el lugar de encuentro con el Señor, busquemos en esta cuaresma nuestra montaña, nuestro espacio propio y óptimo para estar con él y conocer su voluntad.
-La presencia de Moisés y Elías nos recuerdan que Jesús es la plenitud de la ley y los profetas, no dudemos de su amor ni su
verdad, aun en medio de las más grandes pruebas.
-La veracidad y eficacia de la divinidad de Jesús es comprobada por la voz del Padre: "Este es mi Hijo amado, escuchadlo". Si lo ha entregado no es porque él es un mal padre, o perverso sediento de sangre, sino por
que solo su sacrificio inmaculado podía expiar nuestras culpas y traernos la justificación.
-Las famosas tres chozas que Pedro quiere hacer, reflejan un poco su miedo pero también la evasión tentadora, que nos lleva a la ilusión de huir al dolor, de no bajar a abrazar la cruz, de quedarnos quietos en lo bonito, aunque sea solo un rato. Esta es una típica actitud hoy del hombre que no quiere saber nada de sacrificio o dolor. Que se refugia en la drogas, en los farmaco dependientes, que se aturde en el ruido, que se sumerge en el activismo, o escapa en la irresponsabilidad, para huir de su realidad de vida marcada por una cruz, esa que Cristo quiso llevar por voluntad del Padre para darnos la salvación. Si él la
llevó con amor, no tengamos miedo de cargarla con él, pues él sostiene nuestra flaqueza.
Quisiera aprovechar para contarles que a mi cohermano en el sacerdocio el padre Fabián Campos de San Isidro del General le han comunicado el fallecimiento de su papá, por los que les pido la oración por su eterno
descanso y la paz y fortaleza para Fabián y su familia.
Con el cariño de siempre. P. Daniel.