V DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO:
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Is 6,1-8.
-Sal 137,1-8.
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Co 15,1-11.
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Lc 5,1-11.
Señor en fechas como estas, mucha gente se siente infeliz porque talvés no tiene tantos amigos como quisiera o no tienen una relación amorosa estable y sana que les haga suspirar e ilusionarse de la vida. Ayúdanos a comprender, que aun estando rodeado de millones de amigos y en una relación sentimental sublime, nunca nuestro corazón estará plenamente satisfecho y feliz. Porque fuimos hechos por el amor perfecto y para realizarnos en el amor perfecto, es por eso que sufrimos tanto en relaciones de amistad y de amor, porque idealizamos, a quienes no son perfectos y nos fallan y les fallamos muy a menudo.
Además nuestros criterios de amor y amistad tienden a ser muy egoístas y queremos mas recibir y ser complacidos que realmente darnos nosotros.
¿Señor se podrá ser feliz en el amor o la amistad humana? Me parece que mucha gente lo es, cuando han descubierto tu fórmula secreta revelada en la Santa Escritura: Son dichosos los que viven la lógica del Reino de Dios, lógica que no siempre nos parece tan lógica en este mundo. Pues pensamos que el amor y la amistad debe enriquecernos, y ciertamente que lo hacen, pero para descubrir la felicidad debemos tomar la posposición del pobre, del necesitado. Del que no tiene nada y por eso su confianza y seguridad se pone solo en Dios, a Él abre su corazón, confiando en su amor, bondad y misericordia. Una vez que ese sencillo corazón se ha llenado del amor de Dios, y Este ha purificado su corazón y le ha capacitado entonces ese amor se vuelve capaz de interactuar con otros. Veré a quienes amo desde el amor de Dios, eso me ayudará a disimular sus errores y corregirles con caridad y paciencia. Y tendré una mayor capacidad para dar lo mejor de mi, con más madurez y menos egoísmo e inseguridad, sin envidias. Sin duda es dichoso quien confía en el Señor, será como ese árbol del que habla tu Palabra que sembrado a la orilla del río, pues echa raíces, sus hojas se mantienen verdes y dará mucho fruto...
Señor, he escuchado que "los amigos se hieren con la verdad para no matarse con la mentira". Esta frase me hace pensar que estrenar el corazón con los sentimientos, es disponerse a llorar y sufrir en esta vida. ¿Cuantas lágrimas me han provocado mis seres más queridos? ¿A cuantos de los que tanto quiero he hecho llorar? Parece inevitable que en la dinámica del amor y la amistad también subsista el dolor y las lágrimas. Más hemos de distinguir entre las lágrimas superficiales que manipulan y chantajean y aquellas que nos llevan profundamente a unirnos y a sentir lo mismo que nuestro ser amado. Si nuestro corazón está colmado del amor de Dios no solo lloraremos con el amigo si hay que llorar, o por la pérdida del amor si tenemos que enfrentarlo, pero junto a ese sentimiento profundo y sincero tenemos la certera consolación, de Aquel que conociendo nuestro dolor, lo mitiga y fortalece con su amor y ternura. Sin duda que vale la pena sufrir cuando se ama de verdad, porque el amor con el que Dios nos chinea compensa cualquier ausencia, vacío o experiencia negativa.
Señor nos amas tanto, por eso entiendo que nos tengas tanta paciencia. Sin duda que el amor nos lleva a la empatía de ver la vida exactamente del lado de la otra persona permitiendo comprender muchas veces cosas que desde mi ángulo no se entienden. No se trata claro de justificar injusticias ni irracionalidades, el enamorarme no debe volverme un tonto ciego, pero si debe capacitarme para desarrollar la paciencia, que me permita ver los procesos y etapas de la madurez humana, transcurriendo normalmente en nuestras vidas y relaciones.
El amor egoísta quiere cambios ya, que me beneficien, el amor paciente sabe esperar los momentos oportunos. El amigo sabe quien es su amigo y que pronto recapacitará en su error, por eso no se precipita a romper la relación ni a desacreditarlo con otros. El amor verdadero agota todas las vías, busca todos los recursos, pues sabe que aunque como humano se ha fallado hay una verdadera fuerza poderosa en el corazón que como la primavera tras la nieve desea aflorar de nuevo.
Jesús, si alguien sabe de injusticias por amar, ese eres Tú, cuando nos amas y mira como te pagamos, cuando entregaste por los hombres y mira como te crucificamos. Más contemplarte glorioso y resucitado nos demuestra que lo que demos en el amor, aunque nos traiga a veces incomprensiones, maltratos y sufrimiento, si es sincero y noble no quedará sin paga. Sabes cuanto duele la traición de un amigo que nos juzga mal, lo viviste. Entiendes al corazón enamorado que se siente maltratado por una traición. Por eso tu corazón es el mejor bálsamo para las almas agobiadas en el amor, para los corazones rotos y enfermos.
Danos la capacidad de ver más allá de las lágrimas y el dolor, reconfortarnos en ti y retomar fuerzas para seguir amando de la mejor manera.
Porque nos amas tanto nos creaste y también nos perdonaste. Porque nos amas tanto no te cansas de comprendernos y ayudarnos. Ayúdanos Señor, también a nosotros ser comprensivos con todos nuestros amigos y personas amadas, para que no exijamos perfección donde no la hay, como tu lo haces con nosotros, a tender una mano que anima y levanta como tu lo haces con nosotros. A estar siempre ahí, como tu lo haces con nosotros.
Gracias por hacerme un ser sensible capaz de amar, gracias por todas las personas que amo y llevo en mi corazón, amores y experiencias quizás distintas, pero todas enorgullecen y traen alegría a mi corazón. Ayúdame siempre a valorar el regalo que son para mi, y ayúdame a amarlos como los amas Tú.
FELIZ DIA DEL AMOR Y LA AMISTAD.
CON EL CARIÑO DE SIEMPRE.
P. DANIEL VARGAS.